En 2020, con la propagación de la pandemia de la COVID-19, la mayoría de las escuelas de todo el mundo cerraron sus puertas temporalmente. En abril de 2020, casi 1600 millones de niños y jóvenes estaban fuera de la escuela y muchos de ellos, no contaban con la posibilidad de acceder a una educación a distancia. Además, 310 millones de niños y niñas que dependen de los comedores escolares, quedaron sin una fuente de nutrición diaria.
Esto ha afectado drásticamente a
la vida de los niños y niñas, especialmente a los más vulnerables y marginados
(los niños y niñas desplazados y refugiados, en situaciones de conflictos, con
discapacidad, etc.). Por ello, el Secretario General de las Naciones Unidas,
realizó un llamamiento para no olvidar las consecuencias que sufren a causa del
coronavirus y luchar por lograr una sociedad más sostenible e inclusiva
conforme a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
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